14 febrero, 2011

Pajín de nuevo en la palestra pública


Las palmaditas en la espalda calman conciencias mientras hieren sentimientos. Así se comporta el lado más macabro y la parte deleznable del ser humano, en definitiva la vergüenza de nuestra especie. Porque los que son malos, son malos, pero no todos los que van de buenos son realmente buenos. Seguro que adivinas a qué me refiero; tampoco tiene mucho mérito.

Recuerdo ver en televisión -fíjate que suerte para cuatro veces que la enchufo- hace unos meses a cierto alcalde poniendo a caer de un guindo a la -entonces- reciente Ministra de Sanidad, Leire Pajín. Aquel machista empedernido se afanó en sobrepasar su función política -ahora que las vacas flacas no dejan suelos que recalificar hay que buscar otros hobbys- y arremetió contra el físico de la mencionada. Entonces cayeron hostias como panes sobre el edil pucelano, especialmente desde el informativo de La Sexta, sensibilizado ante la falta de sensibilidad con el género femenino. Tú y yo sabemos que en esa cadena se valora mucho a la mujer.

El problema es que el bumerán (sí, se escribe así, servidor también lo ha buscado en la RAE) de la crítica tarde o temprano vuelve sobre ti sino andas con cuidado. Y meses después, aquella defensa a ultranza sobre el físico de Pajín y la crítica ajena se ha convertido en mofa propia.

El programa de humor Sé lo que Hicisteis, presentado por Patricia Conde y -ahora- Micky Nadal, se ha hecho eco de los tweets que ayer inundaron la red social Twitter sobre el físico de Leire Pajín durante la gala de los Goya. Imagínense el grado de originalidad y el contenido de los mismos, o si lo prefieren escriban Leire Pajín en Twitter y gocen del escarnio público. Poco estilo, la verdad.

Las críticas arden por la red a una velocidad vertiginosa. Si alguien tropieza y mete la pata, al instante, se convierte en Trend Topic (tema del momento, para iniciados); si algún personaje conocido habla, la comunidad social contesta. El siglo XXI ha desterrado para siempre el monólogo. Ahora cualquier fiesta está llena de invitados sin invitación; lo cual no solo es positivo sino incluso indispensable. Pero siempre con estilo, siempre con respeto y siempre con algo que aportar.

Servidor ha encontrado sentido a su vida gracias a coñas marineras como las desatadas por declaraciones de David Bisbal (#turismobisbal) o fotografías de Gerard Piqué (#eldeloscuadros). La originalidad y la creatividad, aún con sorna y un punto de mala leche, son bien recibidas; el insulto gratuito y los #metebazas son dignos de foros del siglo XX. Y cuando encima un programa de humor como Sé lo que Hicistéis tiene que recurrir a ellos en Prime Time uno pierde la fe en la comedia. Y si en este país se pierde la fe en la comedia, apaga y vámonos. ¿Qué más nos queda?

El tema de la falta de criterio editorial en un medio de comunicación no me sorprende. La Sexta se ríe de todo demasiadas veces, algo saludable para quitar hierro a los asuntos; lo que ya no me parece tan gracioso es que añadan mierda a la carroña porque al final tú y yo acabamos oliendo mal. Y bastante podrido está el patio, ¿no te parece?

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