Por qué no me pagas...

Se trata de la nueva versión del famoso Por qué no te callas que propinó Su Majestad al dictador Hugo Chávez en la pasada Cumbre Iberoamericana. Pero esta vez está dirigida a los humoristas de la revista El Jueves, que tendrán que pagar 3000 euros a la Casa Real en concepto de injurias al Príncipe Heredero por la famosa portada que publicó la revista el pasado mes de julio. La sentencia es justa porque se acoge al Código Penal de nuestro ordenamiento jurídico, pero también es extraordinariamente desmesurada.

En nuestro país existe prensa deportiva, prensa generalista, revistas científicas, prensa del corazón. Cada prensa cumple, o se esfuerza por cumplir, sus funciones. Convive cada una en su apartado. La revista El Jueves, que siempre sale los miércoles, no tiene sentido informativo sino sentido del humor. Su objetivo es entretener y divertir a través de sus características y de su humor macabro reconocido. Y en ese humor jocoso está incluido cualquier político, cualquier deportista, cualquier personaje público que esté de actualidad, incluido el rey y los Príncipes de Asturias. Este proceso abierto, torpe desde que nació, no hace más que poner a prueba la madurez que se presupone a los poderes públicos de nuestro país.

Es un proceso torpe porque quizá lo único que tiene sentido es la sentencia. Analizando los hechos y aplicando el Código Penal, los hechos son injuriosos objetivamente. La cuestión es por qué son injuriosos. Se supone que, allá por el mes de julio, a raíz de la portada de El Jueves se procedió de manera inmediata al secuestro de esta publicación para no poner en riesgo la buena reputación de nuestra familia Real. El que ordenó este secuestro ha demostrado tener buenas intenciones pero no muchas luces; más aún teniendo en cuenta el carácter que tenemos los españoles y la cultura del chismorreo que muchos practicamos. Señoría Juan del Olmo, debería usted saber que retirar una publicación está muy mal visto. Levanta fantasmas del pasado. ¿Cuál era su objetivo? No se da cuenta que esa portada, de muy mal gusto por cierto, ha tenido infinitamente más repercusión que de no haber ordenado su retirada de los kioskos. No sabe usted que ahora, tras la celebración del juicio y del anuncio de la sentencia todos los medios de comunicación, sin excepción, han incluido en sus páginas, en sus sumarios y en sus tertulias la postura tan personal y comprometida con la que los Príncipes de Asturias recibían la noticia del “cheque-bebé” según la revista El Jueves.

Una cosa es la ley y otra bien distinta su aplicación. La lógica me obliga a pensar que ahora se debería condenar a todos los medios de comunicación de nuestro país por haber publicado, a todo color, esa portada de El Jueves para informar sobre la sentencia de la Audiencia Nacional. No se les sancionará en virtud del Artículo 20 de nuestra Constitución: el derecho de la información. Pero yo me pregunto: ¿no hay otras formas mucho más correctas de ofrecer la información indicando los hechos acontecidos y anunciando la sentencia? La respuesta debe ser que no porque todos los medios han publicado esa portada declarada culpable. Entre que la publique El Jueves y la publique El País, El Mundo, ABC y otros medios hay diferencias claras, y es que los Pedro J. y los PRISA tienen mucho más poder que la modesta revista satírica condenada y pueden enfadarse. Y hay de mí si se enfadan, puede rodar alguna cabeza. Quizá entre todos esos medios la única que tendría derecho a publicar sería la revista El Jueves porque ese es su cometido: criticar todo lo criticable desde el punto de vista humorístico. No pasa a mayores. Se da usted cuenta señoría la que ha liado. Y encima ha dado usted bola a los cuatro pedantes de siempre que sólo buscan su minuto de gloria, y que han condenado con firmeza estas “graves faltas” a la Corona. Esos mismos pedantes defendieron el año pasado las viñetas de Mahoma que se publicaron y que encendieron al mundo musulmán, para no menoscabar el gran derecho a la libertad de expresión. No hay quién los entienda.

Si no he leído mal el Príncipe Felipe recibirá 3.000 euros, que no vienen nada mal ahora que llega la navidad; son muchos los regalos de Reyes que hay que comprar, aunque como todos sabemos ya, los Reyes no existen. ¡Uy, perdón¡ ¿Esto no serán injurias?

Qué pensará Marichalar de todo esto.