11 noviembre, 2007


TRENES QUE NUNCA SALEN


Cuando uno escucha ruido de maletas, pero no es la suya la que prepara, alguna lágrima amenaza con caer. Llega ansioso el viernes, y uno tan sólo piensa en acercarse hasta Atocha, fría como siempre, sentarte en esos bancos de metal que te acercan a la vía a esperar que llegue el Regional Express, que siempre llega tarde...

Allí uno coloca su maleta y se apoya mientras el tren llega, las 16:45h.. Allí te sumerges en tu música, antes de que se agoten las pilas. La pones bien fuerte, porque no te apetece oír nada, absolutamente nada. Porque Atocha me da por observar a la gente. Gente que corre por todos lados. Escaleras mecánicas, vagones que se cierran, trenes que salen... Verdaderas maratones se ven. Hay quien viste a la última, hay quien apenas se cuida. Otros llevan vestimentas raras,

Madrid es universal ya se sabe. Sentado en el banco sabes que no eres nadie entre tanta marabunta, entre tanto caos. Pero qué mas da, a mi no me afecta, que el mundo se derrumbe que mi sonrisa no peligra, mi huida está perfectamente planeada. El rapto tiene su fecha y hora, la víctima: mi niña; la recompensa, un fin de semana de paréntesis, aislado de Estatutos y de
metrobuses, las 17:25h.. Megafonía anuncia nuevos trenes.
Siempre algún suceso extraño pasa por delante de mis ojos, alguien tropieza, alguien pregunta... y por arte de magia una cartera robada. Yo reviso mi mochila, aunque tampoco se llevarían demasiado, un cargador de móvil y poco más. El billete de tren sí lo llevo bien amarrado... Es curioso siempre pienso, llevo un portátil, llevo tarjetas de crédito... y sin embargo, lo que llevo bien a mano es mi billete de tren. Bendito pasaporte a las caricias, a los sentimientos... las 17:35h..

Todos se levantan, los que esperan el mismo tren que yo me refiero. Pero lo hacen violentamente. "... fuera de aquí que ahora se forma mucho lío y me molestas..." me dicen unos ojos que me cruzo... "...tranquilo TRONCO, que aquí te quedas, que los vagones suelen parar ahí más adelante..." le contestan los míos, que de estaciones ya empiezan a entender bastante...
Pero llega la hora de salida, las 17:40h.. Regional Express destino otro mundo... Llega puntual, como casi nunca... Qué putada que salga el tren y esta semana no tenga billete... Sale el tren y me quedo mirándolo... mirando el calendario... mirando cuándo subo yo la próxima vez...

El ruido de tren se aleja y mi música suena cada vez más fuerte, porque no me apetece pensar, no me apetece escuchar... sólo quiero pensar en mi próxima huida, en mi próxima huida... y es que ya sabéis... la ciudad parece un mundo, cuando se ama a un habitante...

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