Batallas del día

Me siento malo, rebelde. Tal vez sea por esta mesa coja, en mitad de la Estación de Atocha, o quizá porque alguien me ha torcido el día. Aunque eso es lo bueno: sólo cuando alguien te lo tuerce, otro te lo endereza. Y merece la pena.

Me dice el cartel de una cafetería que tienen el 'ofertón del mes': por tan sólo 2,35 euros te sirven café más pieza de bollería. A elegir. Pero resulta que al pedirlo, la camarera, me dice que no, que la súper oferta sólo es válida por las mañanas en los desayunos. Hasta las 11 am exactamente. Claro, son las 18 horas y no tiene sentido una oportunidad así.

Tonterías así, miles; sensateces al cabo del día, escasas.

Además, a la chica no le gustó mi mirada cuando supe que lo que por la mañana te cuesta dos euros ahora, apenas horas después, valga casi el doble. Lo entiendo; aquí en Atocha ha tenido que ver infinitas cosas extrañas. La mayorías de las cafeterías están a la defensiva. Entiendo la coraza que llevan puesta pero acepto el juego. Y eso que las normas no las he puesto yo. Así que como ella acciona, yo reacciono.

• ¿Leche caliente o leche fría? - pregunta sin apenas mirarme a la cara y con la jarra de leche preparada para servir.
  
• Templada. No me gustan los extremos - le contesto con mi coraza particular.

Moneda devuelta. Tú atacas, tú recibes. Esas son las normas. Me divierto con ellas. Entre tanto G-20 y tanta CCM si no te tomas las cosas así, acabas loco. La realidad hay que saberla llevar...

Disfruten de sus peleas del día a día. Siempre con educación. Reconforta muchísimo.