31 marzo, 2009

Pinceladas de Mariano

Desprovisto de su conocida corbata roja, guardada para las grandes ocasiones televisadas, y agarrado a un bolígrafo BIC de toda la vida, hecho que no fue casual ya que lo mantuvo después del parón publicitario, Mariano Rajoy quiso ser el patriota campechano que, se supone, todos llevamos dentro. Y por el camino se pudieron ver algunos méritos y algunos defectos. ¿Es un candidato serio para la presidencia del Gobierno?

En estos shows televisados se tiende demasiado a las ideas fugaces y las medidas concretas quedan diluidas, casi aniquiladas. La tendencia electoralista está tan presente en los políticos que al final mucha palabrería y poca chicha de la buena. Rajoy sí fue concreto en algo: "si yo soy Presidente del Gobierno no me opondré a un debate sobre la cadena perpetua".

Se podrá ser progresista o liberal, tener el carne del PP o de IU o escuchar la COPE o la SER, pero lo que nadie debería pensar en un país democrático es en la cadena perpetua como solución general a un problema particular. Reformen el Código Penal o toquen ésta o aquélla ley, pero no dejemos en manos del Sistema la potestad para decidir sobre el castigo eterno en un caso o en otro. ¿Quién vigila el Sistema? El que apueste por la cadena perpetua o por la pena de muerte (si es que hay diferencia entre morir en la cárcel o morir en el corredor de la muerte) es también partidario de crear camino irreversible, peligroso y que algún día puede volverse en contra del interés general.

El presidente del PP se metió en el charco del aborto. Y no de manera inteligente. "Votaré en contra de la reforma de la Ley del Aborto y, si se aprueba, la llevaré al Constitucional". Mariano, tengo una pregunta para usted: ¿conoce la presunta reforma? Como se puede votar en contra de algo que únicamente se conoce por las portadas sensacionalistas de algunos medios. Eso es hacer confrontación, no oposición.
Llegado el caso, cuando exista una reforma sobre la mesa, analícela a fondo y argumente su postura con datos; pero en política, ser escéptico no ayuda a avanzar. Entorpece la macha hacia adelante.

Los datos económicos son los que son. Y poco se puede discutir porque la evidencia es la evidencia. Anduvo fino al criticar la pantomima de los 400 euros, que no han debido de cundir mucho a los españoles. Y me gustó verle al lado del Gobierno y generando confianza. "Hoy estamos muy mal pero no dude usted de que mañana estaremos mejor". Sí, Mariano, así sí. Uno puede tener sus posturas y tener sus planes, pero eso no quita para que a la hora de la verdad tengas que arrimar el hombro porque si no, la cosa se nos puede ir de las manos. Y más ahora, con CCM intervenida.

Le recomendaría que dejara a un lado la demagogia de que el PP fue quien bajó las cifras del paro en la década de los 90, porque estaba al 22%. Mariano: si es que era imposible destruir más empleo, la cifra sólo podía bajar.

Aunque no es oro todo lo que reluce. A la hora de hablar de las Oficinas de Empleo del INEM metió la pata hasta dentro. Rajoy cree que el INEM no es algo eficaz en la búsqueda de empleo y debería abrirse a la iniciativa privada. ¿Empresas controlando el INEM? Tal vez nos hayamos vuelto locos pero a mí no me gusta pensar que la empresa, además de pagarte una miseria y de hacerte un contrato de mierda, también será la que controle el proceso de selección.

Una mujer le preguntó sobre el uso de las células madre y quiso saber qué haría Mariano si un hijo suyo no tuviera más salida para salvar su vida que el uso de estas técnicas. Le costó la respuesta, mucho. Sudó por dentro para contestar (después de irse por los cerros de Úbeda) lo que tenía que haber contestado desde el principio: "Usaría células madre. Faltaría más". Lo ve usted, Mariano, qué poco cuesta tener sentido común. Hable con la Conferencia Episcopal y explique por qué sí lo haría; tal vez a usted le hagan más caso que a Zapatero, que tiene fama de rojo y masonista.

Mariano Rajoy es un político que no podrá deshacerse jamás de sus cuatro primeros años de oposición y que, por el bien de todos, tendría que abandonar el PP para dejar paso a los linces ibéricos que están detrás y al acecho. Esos no están manchados de un 11-M demasiado trágido o de un Yak 42 vergonzoso.

3 comentarios:

Rodolfo Serrano dijo...

Buen resumen: estoy de acuerdo contigo en que hubo poca chicha, pero, al menos, el debate, sirvió para que dejara clara algunas de sus posturas, como la de los inmigrantes, por ejemplo.

Álvaro Dorian Gray dijo...

No lo ví y no soy muy partidario de estos shows, pues los espectadores oyen lo que quieren oir. Frases muy estudiadas que son muy llamativas y, lo peor, es que esas frases bonitas no son contractuales, o sea, en cualquier mitin dirá todo lo contrario para el aplauso fácil...
Pero gracias por hacerme un resumen.
saludos y salud

Cecilia dijo...

No lo vi. Un show, como dice Alvaro, en el que están ensayadas las respuestas a todas las preguntas posibles, no aporta, en mi opinión, mucho a quienes las escuchan. A lo más, podemos calibrar la capacidad de actuar (como actor) del personaje en cuestión.
Además con tu análisis estamos perfectamente informados