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Heróicos los españoles en la Davis

En un partido plagado de emociones a flor de piel, Argentina comenzó golpeando pero acabó besando el suelo ante la pareja española. 7-5, 5-7, 6-7 y 3-6 fue el resultado. España consuma la remontada tras empezar perdieno la eliminatoria y ahora manda en una final muy disputada e igualada.

 

En el primer set la emoción no llegó hasta los juegos finales. Tanto los argentinos como los españoles fueron ganando sus respectivos servicios con cierta solvencia. Sorprendía ver a un Agustín Calleri muy centrado y conjuntado con su compañero Nalbandian, con la calidad que nos tiene acostumbrados. Feliciano hacía valer sus 'cañones' y Verdasco intentaba coger el aire en una eliminatoria en la que debutaba. Sin puntos espectaculares y con un tenis falto de ritmo ambas parejas trataban de coger el pulso al trascendente partido de dobles. Ningún jugador cedió su saque hasta que con 5-5 en el marcador era Verdasco el encargado de abrir el servicio.

El público argentino estaba presionando hasta ése momento mucho pero, justo en este instante tan importante, apretaron el acelerador y hundieron al español, que se vio sorprendido por los cánticos y coros de los aficionados argentinos. 0-40 y tres bolas de break para Argentina con el público absolutamente entregado y metiendo mucha presión a Verdasco que, tras recuperar dos bolas de break sucumbió en la tercera con una doble falta para que Argentina rompiera el servicio por primera vez en el partido. Se llegó a oír entre punto y punto el sonido de una bocina y Nalbandian empezó a celebrar los puntos como si se tratara de un gol en un Mundial. Increíble el ambiente del pabellón.

Con 5-6 Nalbandian servía para cerrar el set y hacer valer el único break conseguido, y la pareja española tuvo opciones ya que se colocó con 0-40 a su favor. Pero la calidad y la eficacia de Nalbandian se impuso y consiguió levantar todas las bolas de break y, con un ace, anotar para Argentina el primer set del partido para los locales por 5-7. La encerrona argentina llegó en forma de presión. Argentina y su público se llevó el gato al agua y cogían ventaja en el marcador. Verdasco tembló y el público se cebaría con él para terminar de descentrarlo. "Verdasco tiene miedo" coreaban los argentinos.

En el segundo set nos regalaría puntos mágicos, sobre todo del lado argentino. La raqueta de Calleri y la muñeca de Nalbandian estuvieron en la línea perfecta del primer set pero de manera más rotunda. Volveríamos a ver un partido igualado con un intercambio de servicios bastante igualados y con apenas alguna bola de break suelta que no llegaría a materializarse hasta el final del set.

Verdasco empezó a recuperar su tenis y sus potentes golpes imponiéndose al público argentino, que no paraba de presionar al español pero que éste supo reaccionar. Feliciano con su saque seguía mostrándose imbatible y ésta vez sería el fantástico Nalbandian quien cedería su servicio con 6-5 en el marcador para que España empatara el partido por 7-5, igualando el primero ganado por Argentina.

Tanto Nalbandian como Calleri se habían mostrado perfectos, con un tenis de altas esferas y con golpes definitivos absolutamente imposibles. Pero ésta vez el líder argentino perdería su servicio y cedería el set. Las cosas se igualaron y las emociones se duplicaban. Ahora tocaba dar a los españoles y el público argentino parecía más afónico.

En el tercer set las cosas cambiaron con respecto a los anteriores ya que, como era de esperar, los argentinos no podrían llevar el ritmo que estaban teniendo sobre el Pabellón Islas Malvinas de Mar del Plata. El público también se tomó una tregua y parecía que las aguas volvía a su cauce después del arreón argentino. Calleri era el que más parecía acusar ése 'bajón' de los argentinos pero de nuevo sería Nalbandian quien perdiera su primer servicio del tercer set. 3-1 para España. Las cosas cambiaban al consolidarse dicho break.

Todavía llegaría un nuevo break para los españoles tras romper el servicio de Calleri. La pareja argentina estaba en plena crisis de partido y los españoles auténticamente hacia arriba. Con 5-1 a favor, y tras desperdiciar una bola de set  con un globo espectacular de Nalbandian, los argentinos lograban un break para recuperar uno de los servicios perdidos. De nuevo una doble falta de Verdasco a manos de la presión de los aficionados. 5-2 para la albiceleste y Nalbandian con su saque apretaba un poco éste tercer set tan raro. 5-3 para España que servía para cerrar el set y poner tierra de por medio.

Y el milagro argentino parecía consumarse porque de 5-1 se pasó a 5-4 con un nuevo break y sirviendo Calleri para igualar el partido, Y mientras Calleri servía el público argentino se excedión con un cántico que decía: "a estos putos los tenemos que ganar", cosa que advirtieron los jueces y procedieron a amonestarlo verbalmente. 5-5. Los milagros existían y, como siempre, Verdasco al servicio y el público al resto en un juego más que importante. ¡4 juegos consecutivos perdidos por los españoles! Pero Verdasco conseguía ganar su servicio y poner por delante de nuevo a España con 6-5, pero los argentinos parecían resucitar cuando estaban prácticamente desaparecidos en su feudo. Y Nalbandian, con algunos problemas (como en todo éste tercer set) ganaba su servicio y se iban al tie-break.

Y si el tercer set había sido loco la muerte súbita fue todavía más, porque cuando Argentina estaba lanzada con un 5-1 a favor (igual que España en el set) los españoles lograron devolver la remontada para ganar el tie-break y llevarse éste tercer set lleno de emoción y de tensión entre las aficiones, abucheando los saques de sus rivales y rozando la antideportividad de unos y otros.

Y ése set haría mucho daño a los jugadores locales que no supieron consumar la remontada en el tercer set y acabó con las esperanzas argentinas. España se vino arriba y Argentina sucumbió perdiendo también el definitivo cuarto set por 3-6.

España coge ventaja en una final muy digna de Copa Davis y devuelve toda la presión generada por los argentinos. Queda todavía mucha eliminatoria y habrá que sudar la 'remera' más que nunca. Los españoles épicos, como siempre. Pero todavía no hemos ganado nada. Falta un punto.