La Teoría del Videoclub (parte 2/2)
Acabada la película, habitualmente, confirmas tus pronósticos. La película no tenía nada, tu peliculón era mejor.
Puede darse el caso de que, efectivamente, la película fuera buena. Si además se trata de una película triste y ella ha llorado, te preguntará si te ha gustado. Que atenta es...
Ya está liada. No sólo cogemos cada domingo la película que tú quieres, sino que también tengo que llorar cuando tú lloras. Y si no lloro significará: que no me ha gustado la película y te estoy engañando o que sí me ha gustado pero no tengo sentimientos. "Claro, como eres un tío...", encima tienes que aguantar eso. Pero bueno, "por qué tengo que llorar cuando tú me digas", piensas (lógicamente sin abrir el pico). Sabes qué te digo:
Y ahí lo tienes, tema zanjado y guerra iniciada. Lo que empezó entrando en un videoclub acaba en el sofá... Los domingos sin estas peleas estúpidas no tienen sentido...
Pero como toda teoría, esta también tiene final. Y es que, lo mejor de las peleas son las reconciliaciones. No cabe duda que todo lo que ha pasado ha sido una tontería. "¿Me perdonas y apagamos la luz?"... La guerra entonces se libra cuerpo a cuerpo. Tal vez merecía la pena ver la película...
Esta Teoría habla de lo "enchochado" que puede estar un hombre cuando ama a una mujer. Las cosas importantes de la infancia, como las películas que te marcaron, pasan a segundo plano. Lo que importa es ella. Tal vez la película que ella ha elegido es mala, pero el calor de su manta y de su regazo compensa cualquier mal. Ella ve su película, y yo descanso sobre la mía. Con el The End nos pondremos de acuerdo a oscuras...
Estas cosas sólo ocurren con amor entre medias... cualquier excusa para reconciliarte es buena... Un consejo: vayan al videoclub y vivan su propia teoría... ¡¡MERECE LA PENA¡¡
Acabada la película, habitualmente, confirmas tus pronósticos. La película no tenía nada, tu peliculón era mejor.
Puede darse el caso de que, efectivamente, la película fuera buena. Si además se trata de una película triste y ella ha llorado, te preguntará si te ha gustado. Que atenta es...
-"Sí, la verdad es que es dura..." le comentas tú.
-"... entonces... ¿por qué no has llorado?" recrimina ella.
-"... entonces... ¿por qué no has llorado?" recrimina ella.
Ya está liada. No sólo cogemos cada domingo la película que tú quieres, sino que también tengo que llorar cuando tú lloras. Y si no lloro significará: que no me ha gustado la película y te estoy engañando o que sí me ha gustado pero no tengo sentimientos. "Claro, como eres un tío...", encima tienes que aguantar eso. Pero bueno, "por qué tengo que llorar cuando tú me digas", piensas (lógicamente sin abrir el pico). Sabes qué te digo:
-"Que la película era mas bien mala y que la mía seguro que era mejor".
Y ahí lo tienes, tema zanjado y guerra iniciada. Lo que empezó entrando en un videoclub acaba en el sofá... Los domingos sin estas peleas estúpidas no tienen sentido...
Pero como toda teoría, esta también tiene final. Y es que, lo mejor de las peleas son las reconciliaciones. No cabe duda que todo lo que ha pasado ha sido una tontería. "¿Me perdonas y apagamos la luz?"... La guerra entonces se libra cuerpo a cuerpo. Tal vez merecía la pena ver la película...
Esta Teoría habla de lo "enchochado" que puede estar un hombre cuando ama a una mujer. Las cosas importantes de la infancia, como las películas que te marcaron, pasan a segundo plano. Lo que importa es ella. Tal vez la película que ella ha elegido es mala, pero el calor de su manta y de su regazo compensa cualquier mal. Ella ve su película, y yo descanso sobre la mía. Con el The End nos pondremos de acuerdo a oscuras...
Estas cosas sólo ocurren con amor entre medias... cualquier excusa para reconciliarte es buena... Un consejo: vayan al videoclub y vivan su propia teoría... ¡¡MERECE LA PENA¡¡
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