10 abril, 2008


"La culpa es del Cha-Cha-Cha"

El cambio climático está dejando otro serio riesgo para la humanidad: el calentamiento global del FMI. Los mandamás europeos, desde sus rascacielos y sus oficinas acondicionadas, han sacado un nuevo informe sobre el crecimiento de la economía española.



Dicen, muy serios ellos, que el crecimiento de España se situará en el 1,8% durante 2008. El Gobierno había previsto el 3,3%. Recordemos que el crecimiento de España ha sido del 3,8%.


¿Qué dice este dato?- varias cosas. No cabe duda que estamos viviendo un periodo de cambio. Tras la crisis de los 90, la burbuja inmobiliaria y los fondos que llegaban de Europa nos hicieron crecer muy sustancialmente. En un ciclo relativamente corto nuestro país, en virtud de una economía sana y fuerte, se convirtió en uno de los grandes de Europa. Hoy en día es otro cantar. Ahora la burbuja inmobiliaria no existe y ahora somos nosotros los que tenemos que aportar dinero para el desarrollo de otros países que se encuentran en la misma situación que nosotros hace una década.


Lejos de datos macroeconómicos y a fin de interpretaciones a ras de suelo, se me ocurre por qué demonios el FMI hace previsiones económicas cada 15 días. Las variables económicas funcionan a corto, medio y largo plazo; y ésta en concreto precisa de tiempo y de análisis. Les valdrá a ustedes la información de que las previsiones del FMI NUNCA aciertan con el dato real. Sus estimaciones siempre han sido desde 1996 a la baja. Por tanto, desconfiemos.

Ahora bien, les voy a decir yo quién es responsable de todo este malestar económico. No me duelen prendas.

No sé si por el maldito euro o por coyunturas puntuales, o por ambas, hay cosas que se han convertido en un auténtico disparate. No quiero ver a hosteleros llorando o a constructores con cara de pena cuando la cosa se ponga fea.
Hace ya tiempo que salir a la calle se ha convertido en un bien de lujo. Entras a un bar con tu pareja y cuando pides la cuenta levantas las manos: ¡esto es un atraco! Por dos pinchos y dos pintas te cobran lo que quieren. Tampoco conozco a nadie que haya planeado ir al cine que no diga aquello de:"tengo que pasar antes por el cajero". Las 300 pesetas de ayer son hoy 6 euros para una butaca; las 200 pesetas de ayer son hoy 4 euros para un carón de palomitas "agridulce"... El total asciende a 15 ó 20 euros por sesión. Imagínense si antes de ir al cine se toman la caña y el pincho. Una estafa.

A ellos habrá que culparles cuando no haya para comer. Por listos y por usureros. Los productos y las materias primas han subido, pero no en esos porcentajes. Los que salimos a la calle somos los que volvemos sin un duro. Todos se aprovechan mientras todos pagamos. Como les vengo diciendo: un despilfarro.

Y el colmo es que venga un señor con traje y me diga que, por problemas bursátiles y por la situación inmobiliaria, el paro subirá al igual que los precios. Cuando eso ocurra canten conmigo: la culpa fue del...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cecilia, por favor deja de nuevo tu comentario porque he tenido que copiar y pegar el post POR PROBLEMAS TÉCNICOS... SORRY

CarmenS dijo...

Se quejan los constructores, cuando han saturado los espacios naturales con viviendas que no se necesitan. Se quejan los que reforman casas, que cobran tarifas subidísimas, porque sus posibles clientes prefieren hacerse las chapuzas por sí mismos. Se quejan los hosteleros de postín porque no entran comensales a sus comedores después de ver los precios de sus cartas.
El café de ciento veinte o ciento treinta pesetas se convirtió en café a un euro cuando entró la moneda.
¿Quién tiene la culpa de que los precios se disparen? ¿Sólo el gobierno o también los que se quejan tanto?
Cha, cha, cha