01 marzo, 2008


Zozobra Popular - III PARTE: Inmigración

Mariano Rajoy carga duramente sobre el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero en relación a la inmigración. El candidato popular vuelve al argumento de cuando él y Aznar llevaron a cabo las regularizaciones de inmigrantes era justo y necesario pero que, ahora que es Zapatero quien las lleva a cabo, son ridículas, espantosas y macabras para los intereses de España. Pero qué vamos a pedirle a los populares si permiten voces como las de Arias Cañete, ex-Ministro por cierto, que denuncian la falta de preparación de los inmigrantes y no escatima en afirmar "los camareros ya no son como los de antes porque ahora son inmigrantes", literalmente. Resulta atronador escuchar frases así en el siglo XXI porque evocan a pasados tan bélicos como grises.

Según Rajoy la inmigración es uno de los principales problemas de nuestro país y para ello propone que los inmigrantes que residan en España firmen previamente un contrato de inmigración. Por partes:

- Aquél político o aquélla persona que sostenga que la inmigración es un problema ignora tal materia y se autocalifica como racista. ¿Por qué no es un problema? - pues porque es precisamente la solución. La población inmigrante son hoy por hoy el principal sostén de nuestro bienestar social, ya que contribuyen a mantener el lujoso sistema de Seguridad Social (Sanidad Pública que en toda europa y en el resto del mundo nos envidian por ella) y los caros fondos de pensiones. Además, la población inmigrante ha rejuvenecido la envejecida población española. En España existe un gran problema de envejecimiento que precisamente hace peligrar tanto la Sanidad pública como el sistema de pensiones, y los inmigrantes están, GRACIAS A SU REGULARIZACIÓN, contribuyendo al crecimiento de nuestro bienestar social.

- Rajoy pretende que los inmigrantes firmen un contrato previo en el que el inmigrante acepte las costumbres españolas. Esto es bochornosamente ridículo. Qué mejor documento y qué mejor contrato que la propia Constitución española y los propios Códigos Civiles y Penales. En ellos se encuentran los principios y los valores de los españoles y de esta gran nación. La ablación, la lapidación, la poligamia... cualquier aspecto de este tipo ya está penado y recogido por la ley para que en tal caso las autoridades puedan actuar con firmeza y determinación.

Luego los del Partido Popular se abrazan a las banderas de la libertad y de la solidaridad junto a la Iglesia. Qué pena.
Vivimos tiempos de globalización donde las personas se mueven continuamente en búsqueda de mejoras sociales e individuales. Cada día es más habitual convivir con distintas razas y ver más colores de piel. En ello consiste la civilización, en la convivencia pacífica entre los pueblos; y en ello consiste la solidaridad, en el reparto de la riqueza y en la ayuda al prójimo.

Parece que la desmemoria se nos echa encima y hemos olvidado aquellos tiempos donde el "españolito" viajaba a Francia y a Alemania para ganarse el pan. Por cierto, que los que dicen que esto no es comparable porque nosotros marchábamos con un contrato de trabajo firmado previamente, les diré que José Luís Rodríguez Zapatero impuso una serie de condiciones para la regularización de unos 800.000 inmigrantes que deambulaban por nuestras calles. Uno de los requisitios era precisamente ese, un contrato de trabajo.

¿De qué se queja Mariano Rajoy si el Gobierno del que él formó parte regularizó a inmigrantes exigiéndoles tan sólo un bonobus para certificar su estancia en suelo español? No se puede ser tan cínico.

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