28 marzo, 2008

Botellazo a la justicia

Las corruptelas y las manipulaciones no van conmigo. Después de que ayer el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) montará un cisco por obligar al Betis a jugar contra el F.C. Barcelona en el Vicente Calderón, por el famoso botellazo al portero del Athletic de Bilbao, hoy monta uno todavía mayor. Ha suspendido cautelarmente la decisión para que el Real Betis pueda disputar el encuentro contra los azulgranas en su campo, el Ruíz de Lopera. Se alegan dudas sobre la agresión sufrida por el futbolista vasco.

Bochornoso. Lo que sucede en el fútbol español no tiene nombre. Todas las decisiones que se llevan a cabo desde los organismos deportivos responden a intereses personales de los que tienen poder. El responsable siempre es el mismo: Ángel María Villar. Los "pequeños" siempre son silenciados.

En este caso importa poco el poder del club, estamos hablando de una persona que recibió un botellazo en plena cara y que puso en serio riesgo la capacidad de visión del deportista. Ese botellazo podía, incluso, haber provocado daños más importantes. La justicia española antepone los intereses económicos a los intereses deportivos y los intereses de los grandes sobre la defensa de los jugadores. Armando, y el resto de deportistas, han vuelto a ser agredidos. Esta vez por su Federación y por los Organismos que, se supone, tiene el deber de protegerlos.

No quiero abogar por nadie, todo es sentido común. La Federación no debió atender a ningún tipo de recurso ni el propio Betis atreverse a recurrir. Los hechos quedaron suficientemente demostrados. Un aficionado del Real Betis decidió lanzar una botella contra una persona. Se detuvo al agresor y se debe sancionar a su responsable subsidiario: el club. Pagar justos por pecadores hará que la próxima vez, en el campo que sea, alguien piense en las consecuencias antes de repetir una accion como esta. Cualquier síntoma de violencia hay que frenarlo directamente. El cafre que lanzó la botella, me imagino que perseguido por toda Sevilla, tendrá ahora mismo un susto en el cuerpo que le impedirá volver a agredir por lo que le pudiera pasar.

Ahora bien, no digo con esto que la sanción de que juegue el Real Betis en el Vicente Calderón sea justa o injusta, eso lo deciden otros. Lo que sí puedo decir es que la vara de medir no es igual en un caso que en otro. La imagen de la botella de whisky en el Camp Nou, al lado de la del cochinillo, está todavía fresca en mi retina. El Barca salió indemne de aquello. ¿Hay derecho a esto?

Hace 8 años, en el año 2000, el club de Jusep Lluís Núñez no quiso jugar el partido de vuelta de Copa del Rey frente al Atlético de Madrid, alegando que sólamente disponía de 11 jugadores. La ley obligaba a que el club blaugrana no disputara esta competición durante un periodo de 2 años. Nunca se hizo efectiva.

El Real Betis paga los platos que otros no pagaron; lo que sí es cierto es que en mitad de todo este circo ha habido un jugador de fútbol, un deportista, que sin más recibió un botellazo en toda la cara. Otras veces han llovido desde otras gradas navajas, cuchillos... cualquier día nos llevaremos las manos a la cabeza. Si Villar sigue permitiendo esto, habrá que acusarle cuando todos lloremos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ole, ole y ole. Que bonito has dejado el blog!!Da gusto entrar...jeje. El tema del futbol creo que casi va a ser mejor olvidarlo porque el grado de corrupción que tiene soslaya lo innombrable. Un placer votar en su página y disfrutar de sus "textos periodísticos". Un saludo. (Garci)

Anónimo dijo...

Que grande es el cine...