17 abril, 2009

La sombra del poder


Recién acabado al pre-estreno, y en caliente, se puede hablar de la película de Russell Crowe. El argumento de la película tienen que verlo en el cine. Aquí describo qué tiene de especial. Esta vez ha cambiado la armadura de gladiador por la pluma de periodista. Y le sienta muy bien el papel.

El cine periodístico se ha convertido en todo un género. No es fácil encontrar los pequeños detalles que muestren una gran película en relación al periodismo. No es fácil destapar la caja de los truenos que rodea a la actividad política y que nos ensucia, en demasiadas ocasiones, a los ciudadanos. El oficio periodístico necesita lavados de cara como este para recuperar la credibilidad.

La redacción del periódico donde trabaja Cal McAffrey huele a tinta y a refresco en la papelera. Los muros de hormigon y la luz 'natural' de la oficina es propia y simboliza a la perfección la guarida donde se guardan y se publican los grandes secretos públicos. Las mesas desorganizadamente organizadas, el bolígrafo extraviado y la jefa de turno.

La lucha entre información interesante e información rentable, es uno de los muchos aspectos emocionantes de La sombra del poder. Los dueños miran sus balances económicos y los periodistas defienden la honestidad profesional. La verdad trata de imponerse al dólar y los de dentro se las ingenian para convencer a los de fuera. Un mismo barco con distintos destinos pero con objetivos compartidos. El castillo de naipes puede venirse en cualquier momento.

Las ediciones digitales conviven con las ediciones tradicionales en papel, de momento. El tipo de contenido es necesariamente distinto en un medio y en otro. Uno de los protagonistas señala que los blogs "vomitan" un tipo de información que no tiene nada que ver con lo que se "escribe" en papel. Se enfrentan dos maneras de redactar y dos maneras de entender el nuevo periodismo que se publica en la red. Aunque parezcan dos caras de una misma moneda, la red y la imprenta comparten aspectos muy concretos. En todo lo demás cada estilo sigue su camino. Ambos con éxito.

Las que sí van de la mano son las investigaciones periodísticas con las investigaciones policiales o judiciales. Trabajan juntos. Diariamente se producen casos que las autoridades resuelven mediante la labor del periodismo. Continuamente se publican informaciones que serían imposibles sin la colaboración de los cuerpos de Fuerza y Seguridad del Estado. Aúnan esfuerzos y comparten informes para provocar movimientos que puedan esclarecer hechos oscuros. Las filtraciones son mucho más interesadas que fortuitas. Por un lado y por otro. Interesa que se produzcan determinadas situaciones que la prensa puede precipitar y que la autoridad puede abortar.

¿El periodismo actúa como cuarto poder? ¿El periodismo es el contrapoder? ¿El periodismo es otra fuerza de poder? Las respuestas siempre generan nuevas preguntas. El uso de la labor periodística no es universal. Se trata de una herramienta al servicio de quien la usa. Y hay quien afila la pluma con unas intenciones y los hay quien la entinta para otras. Lo bonito de ambos caminos es tener el compromiso social con la opinión pública como horizonte. Lo demás no deja de prostituir un viejo oficio que siempre sirvió para contar lo que otros quisieron ocultar.

Algunos sostienen que el periodismo no hace más que evitar que se produzcan más irregularidades de las que ya de por sí se cometen en despachos de cuero y piel. Una profesión que ejerce de perro guardián para que los chanchullos y trapicheos se realicen de la manera menos sinvergüenza posible.

La sombra del poder nos reconcilia a los periodistas por hacernos sentir menos sólos en una sociedad que tiende a estar, cada vez más, podrida y jodida por culpa de la rentabilidad de lo que hoy es la gallina de los huevos de oro y mañana un juguete roto. El periodista está del lado de los buenos: los ciudadanos.

No esperen un peliculón. Tómense el filme con calma y saboreen su mensaje camuflado. Espero que después tengan ese regusto que dejan los buenos vinos.

2 comentarios:

Fernando Manero dijo...

He tardado en convencerme de las cualidades interpretativas de Crowe, pero ha acabado valorándolas porque tiene una gran versatilidad. Sin embargo, esa peli me atrae por el tema, por el interés que tengo por sumergirme en los entresijos del poder, por valorar una vez más lo que representa en ese mundo de imprevisiones calculadas. Un abrazo

Ana-Cronista dijo...

http://simaderol.blogspot.com/2009/04/la-sombra-del-poder-2009.html

Como amante del periodismo, me gustó.
Como amante del cine...un poco floja y más de lo mismo.

Un saludo