11 junio, 2008

OLÉ, OLÉ Y OLÉ

España no pudo debutar mejor. 4-1 a Rusia con un hat-trik del "guaje" Villa en un partido más cómodo de lo previsto que deja buenas sensaciones y algunas dudas.

España comenzó el partido duditativo, sin esa esencia que le caracteriza de coger el balón sin soltarlo. Cierto es que el equipo ruso se mostró en toda la primera mitad muy ordenado, e incluso osaron en controlar el esférico como si los papeles se hubieran intercambiado, algo que hay que aplaudirles por el bien del fútbol.

Iniesta en la banda derecha estuvo absolutamente perdido, marcado por dos hombres y sin recursos ni ideas. Le presionaban demasiado encima y el joven del Barca se atrancaba. Lo mismo sucedía con Silva, pero por culpa de buscar demasiado el centro del campo. Y España sin bandas es una España pobre.

El verdadero peligro de los nuestros vino por el centro, con un director de orquesta a la altura de las circunstancias llamado Xaby Hernández, marcando los tempos del partido, y enviando joyas a los de arriba para empujar a Rusia contra su portería. Esas serían las ocasiones de España y así vendrían los goles. Tanto Torres como Villa cogían a la perfección la espalda de sus marcadores y eso les hizo plantarse en un par de ocasiones delante de la meta ruso Akinfeev.

Así vino el primer gol que sirvió para abrir la lata rusa, tras una buena ocasión de ellos que nos metió el miedo en el cuerpo. En un balón de Capdevila el delantero del Liverpool la luchó con todo y logró poner la puntita de su bota para envar el balón al punto de penalti donde el "guaje" la metió para dentro. Un gol de tranquilidad que daba oxígeno y confianza, en un partido tan difícil como se preveía.

Poco después Rusia casi nos empata, tras un pase de la muerte que se paseó por el área de Casillas sin ningún obstáculo, hasta que Semak la golpeó marchándose por muy poco. Pero esta sería una de las pocas aproximaciones más de Rusia, a la que el gol hizo mucho daño. España no tocaba pero sí robaba.

Ahora Iniesta sí se inventa un pase magistral que Villa aprovecha para hacer el segundo de España y el segundo en su cuenta particular. Totalmente enchufado el delantero del Valencia C.F.y el mejor de los nuestros.

Tras el descanso, España mejoró y Luís Aragonés nos mosqueó a todos. En los primeros compases del partido la Selección dio un paso hacia atrás para que Rusia se viniera arriba. Esto crearía huecos y, con Villa, Torres y Silva, andaría más cerca el tercero que el primero de los rusos. Pero Aragonés, una vez más, tuvo que poner su toque particular y en el minuto 55 retira a Fernando Torres del campo. Algo inexplicable, porque el partido no peligraba y nuestro delantero centro necesita mucha confianza. Cesc Fábregas entraba al campo.

¿Por qué Luís Aragonés no saca a Güiza? Cuando los partidos no estén tan de cara el de Hortaleza le pedirá goles, pero primero hay que dar confianza, minutos y ritmo, y con 2-0 en el marcador y con tantos huecos en el campo ruso, todo hubiera sido favorable para que el olfato goleador del delantero del Mallorca siguiera como en la Liga. Esto no nos perjudica hoy, pero sí mañana. Y si no al tiempo.

El guión de la película siguió como se esperaba. Con los chicos de Hiddink buscando recortar diferencias, España sorprendió a la contra. Con pases rápidos y directos que hizo que Villa completara su fantástico partido anotándose el primer Hat-Trik de la Eurocopa para colocarse pichichi del torneo.

Este tercer gol sacó lo mejor de España e impuso definitivamente el fútbol vertical que todos queremos ver. Xaby Hernández tocando a placer y apoyándose en Cesc Fábregas y en un debutante, Cazorla, que había entrado por Silva en esta segunda parte.

Césc marcaría el cuarto en los últimos compases del partido después de que los rusos batieran a Casillas por parte de Pavlyuchenko tras un saque de esquina. Esto es el reflejo de lo floja que puede ser nuestra línea defensiva.

No me gustó la defensa y el tándem Puyol y Marchena. Tampoco que definitivamente a Sergio Ramos le hayan cortado las alas desde el banquillo porque sus entradas fuertes desde atrás hubieran hecho más daño todavía. El que sí me gustó fue Senna, que se puso el mono para trabajar un aspecto defensivo invisible que permite crear a los demás.

Una goleada que ilusiona y que calla muchas bocas, pero sobre todo por la sensación de que las cosas pueden mejorar todavía más y que España puede dar más fútbol. No hay que olvidar que en frente los rusos han plantado poca cara y que tan sólo hicieron daño en un buen remate que les hizo no irse de vacíos, pero poco más. Con Larson o Ibrahimovic será muy diferente, y esa defensa tendrá que emplearse mucho más a fondo y no forzar tanto con los fueras de juego.

España no ha llegado al nivel de Holanda o Portugal, pero lo bueno es que está camino de ello. Un aprobado alto para nuestra Selección y un suspenso bajo para nuestro seleccionador. Este último tiene poco que mejorar.

1 comentario:

Álvaro Dorian Gray dijo...

Apenas he visto el resumen pero por lo que pude observar jugamos mejor saliendo rápido y sin tanto tiqui-taca... ¿es así?, repito que yo no lo ví..
saludos y salud